Host countries should come to terms with the possibility that many displaced Venezuelans aren’t going anywhere anytime soon. Long-term economic and social integration should be the strategy.
The confluence of economic troubles and political uncertainty in Brazil is a toxic cocktail that threatens not only the country’s laudable economic gains but its democracy.
The response to the restrictive policies of Nicolás Maduro’s government has been new media on the web, joint ventures with international networks, and investigative work focusing on corruption.
When the powerful use their platforms to spread hate, it begets hate in society at large.
Es innegable que la desaprobación golpea al Presidente Piñera de forma muy distinta de como lo hizo con Michelle Bachelet hace cuatro años. Cuando se acabó su luna de miel, Bachelet tenía una importante reforma bajo el brazo. Hoy Piñera no ha avanzado decididamente en lograr que sus reformas se conviertan en ley.
Como la información que se ha hecho pública es confusa y porque la indecisión del gobierno alimenta las teorías de conspiración, ahora ya no basta que éste tenga un mensaje único y que todas las autoridades se alineen detrás de la posición oficial. Ya hay un daño para su credibilidad.
¿Refugiados o migrantes? En la propia definición que terminen dándole los países receptores y los organismos internacionales a la salida masiva de venezolanos, está una de las claves sobre la nueva dinámica regional para abordar la crisis humanitaria en Venezuela.
Widespread discontent with corruption-plagued traditional parties might result in a historical win for Nayib Bukele, a former FMLN member who is now running on a third-party platform.
The U.S. can both balance Chinese influence and help Latin American governments address environmental and social concerns by investing in the “soft” side of the infrastructure boom.
The “notebooks” scandal in Argentina has turned the country’s politics on its head.
