Escasos minutos en una farmacia venezolana
La cola avanzaba rápido y no se trataba solamente de la diligencia de los 3 dependientes. En realidad hice una cuenta sencilla. De las 10 personas que estaban delante de mí en cola, 7 salieron como yo, cabizbajos, sin ninguna medicina. Algunos, ante la ausencia de los medicamentos buscados, apelaron por una suerte de premio de consolación, se llevaron una leche en polvo “fortificada” que en diversos carteles esta farmacia promocionaba como la oferta de la semana.