El BID necesita un presidente visionario y con capacidad de generar consenso para afrontar el cambio climático.
El 20 de noviembre, los países deberían utilizar su voto para elegir un nuevo presidente del BID que restablezca la credibilidad del Banco y despliegue todo su potencial para impulsar una recuperación económica sostenible capaz de hacer frente a la emergencia climática.