Hace algunas semanas regresé a Venezuela, luego de estar en una visita académica en Costa Rica. Venía, como viene ahora todo venezolano que tiene la oportunidad de ir al exterior, cargado de productos de primera necesidad para medianamente paliar la escasez, al menos por unos días.
Al momento de pasar las maletas por las máquinas de Rayos X el oficial aduanero me pregunta: ¿Qué trae en esas dos maletas? Le respondí: De todo, traigo de todo lo que pude comprar. Ya en mi declaración escrita, al momento de ingresar al país, había sido lo más explícito posible en detallar los productos, sus cantidades, etc. Lejano está el tiempo en que los venezolanos traían de sus viajes al exterior chocolates o algún dulce, ahora mi maleta venía cargada de artículos de higiene personal, algo de comida, leche, pañales. El oficial que me atiende me dice siga adelante y buen viaje a Barquisimeto.
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