Argentina is walking a thin red line

One year from primary elections, the future of Argentina is torn between economic stagnation, the debate over the decriminalization of abortion, and the corruption of the Kirchner years.

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As we wrote about almost a year ago, Argentine President Mauricio Macri’s political alliance won a resounding victory in mid-term legislative elections in October 2017 despite a weak economy, which led to the prediction of his almost certain re-election in 2019.

Since then, however, the economy has continued to struggle throughout 2018, and the Macri government seems to be left without answers, far from achieving an economic rebound. For this reason, many commentators believe the main reason why President Macri was open to a discussion of a law that would decriminalize abortion was to help distract from economic issues in the short-term, while at the same time waiting for an economic rebound before the 2019 elections.

The discussion over the decriminalization law no doubt sparked a heated and necessary debate, capturing the attention of the Argentine population over the last few months and bringing the discussion over decriminalization to the table across Latin America. The proposed law was approved by the Chamber of Deputies—Argentina’s lower congressional chamber—but later rejected by the Senate. During debates in each chamber, the plaza in front of the National Congress was filled with protestors divided into two camps, one in favor of the law and one against it. The most interesting thing was that for the first time, opinion over the law transcended party lines; some government officials supported the law and others were against it, producing an internal crack in the Macri movement.

And just when the debate over the proposed law was about to come to the floor in the Senate, a corruption scandal from the Kirchner years (2003-2007 under Néstor Kirchner and 2007-2015 under Cristina Kirchner) came to light. A former driver of an official who worked with the minister closest to the Kirchner marriage kept a record of his work in notebooks, including the payments of supposed bribes of public works projects. The notes detail meetings, names and even places where he delivered cash payments.

The now famous “notebooks” were to delivered to a journalist from the newspaper La Nación, and right after their content came to light, the Ministry of Justice began to make arrests. At the same time, former official and businessmen appeared before the authorities, confessing their crimes in order to obtain the benefit of “awarded denunciation.” The last to come forward was the former president and current Senator Cristina Kirchner, who challenged the judge, attempted to disqualify the journalist, and denounced what she called political persecution.

If the accusation of illicit association is proven, it will go all the way to the top to the Kirchners themselves, although Nestor Kirchner died in 2010. One fact is certain: Cristina Kirchner cannot justify her sizeable estate. The best hint of what’s to come came in response from Kirchner herself to a question from a student at Harvard University in September 2012, when she claimed that her fortune came from her time as a lawyer, a profession she has never practiced.

On the other hand, several analysts maintain that Macri does not want Cristina Kirchner to end up in jail because of the risk that she would become a victim in the vein of Lula in Brazil. However, despite appearances to the contrary during the Menem and Kirchner administrations, Justice is an independent, co-equal branch of government.

Nobody knows how “notebook-gate” will come to an end, but comparisons are already being drawn to the Lava Jato in Brazil and Mani Pulite in Italy. It principle, the Macri government should favor a complete investigation, but a negative impact on ongoing public works projects would have a negative impact on an already weak economy and potentially affect next year’s presidential elections. At the same time, a cousin of Macri who inherited the family public works business is one of the businessmen regretting having given bribes to Kirchner officials. Finally, we must not forget that the father of President Macri, Franco Macri, is one of the most prominent historic state contractors in Argentina.

With a year to go until primary elections, it’s difficult to predict whether Macri or another member of his party will succeed and finally be able to provide continuity to the hopes of change that a little more than half of Argentine society voted for in 2015. In any case, the current political context is an opportunity to implement reforms that strengthen the transparency, division and independence of powers and good government that are so urgently needed to give a respite to Argentina’s beleaguered political system.

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Como documentamos hace casi un año, en un contexto económico poco favorable, la alianza que responde al presidente Mauricio Macri obtuvo un contundente triunfo en las elecciones legislativas de medio término realizadas a fines de octubre de 2017, lo cual llevó a pronosticar su casi segura reelección en 2019.

Sin embargo, la economía no logra despegar en este 2018 y el gobierno de Macri parece quedarse sin respuestas y lejos de lograr una reactivación.  Por este motivo—y a la espera de un repunte de la economía de aquí a las elecciones presidenciales del 2019—algunas voces consideran que el principal motivo por el cual el presidente Macri favoreció la discusión de una ley que habría de despenalizar el aborto fue para ayudar a distraer la atención de los temas económicos.

Ciertamente la discusión por la ley de interrupción voluntaria del embarazo generó un acalorado y necesario debate, concentrando la atención de la opinión pública en la Argentina durante los últimos meses y colocando el tema en otros foros de discusión en América Latina. El proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados, pero luego fue rechazado por el Senado. En la sesión de cada cámara, la Plaza ubicada frente al Congreso de la Nación se dividió en dos, teniendo en cada lado una multitud, una a favor y otra en contra. Y lo más interesante fue que por primera vez algunos oficialistas y opositores coincidieron, unos apoyando el proyecto y otros rechazándolo, lo cual produjo una grieta interna en el macrismo.

Y justo cuando el debate sobre la despenalización del aborto estaba por tratarse en la cámara alta, estalló una denuncia de corrupción que tuvo lugar durante el kirchnerismo. Un ex chofer de un funcionario que trabajaba con el Ministro más cercano al matrimonio Kirchner, llevaba un registro de sus viajes en unos cuadernos incluyendo los pagos de supuestas coimas de obra pública, detallando reuniones, nombres e incluso lugares donde se entregaron bolsos con dinero.

Los famosos “cuadernos” fueron entregados a un periodista del diario La Nación, y luego de la difusión de su contenido comenzó a actuar la Justicia realizando detenciones. Al mismo tiempo ex funcionarios y empresarios se presentaron ante las autoridades confesando sus delitos para obtener el beneficio de la “delación premiada”. La última en presentarse ante la Justicia fue la ex presidente y actual Senadora Nacional Cristina Kirchner, quien recusó al juez, descalificó al periodista y denunció persecución política.

De comprobarse la acusación de asociación ilícita, la cabeza de la misma apunta al matrimonio  Kirchner, aunque Nestor Kirchner falleció en 2010. Un hecho es incontrastable: Cristina Kirchner no puede justificar su patrimonio. Y la mejor prueba la dio ella misma ante una pregunta sobre su incremento patriomnial, formulada por una estudiante en la Universidad de Harvard a fines de septiembre del 2012. Cristina Kirchner afirmó que su fortuna la obtuvo como abogada, una profesión que nunca ejerció.

Por otro lado, varios analistas sostienen que a Macri no le conviene que Cristina Kirchner termine presa, pues se convertiría en una víctima en paralelo a Lula en Brasil. Sin embargo, y aunque poco creíble por su papel en los gobiernos de Menem y los Kirchner, la Justicia es un poder independiente.

Cómo terminará el “cuadernos gate” nadie lo sabe y ya se hacen comparaciones con el Lava Jato de Brasil y el Mani Pulite de Italia. En principio puede pensarse que al gobierno de Macri lo favorecerá, pero al afectar la ejecución de proyectos de obra pública tendría impacto negativo en la economía y por ende incidiría en las elecciones presidenciales del año próximo. A su vez, un primo hermano de Macri que heredó el negocio de obra pública de la familia es uno de los empresarios arrepentidos en haber entregado coimas a funcionarios kirchneristas. Y no hay que olvidar que el padre del actual presidente, Franco Macri, es una figura emblemática como histórico contratista del estado.

A un año de las primarias es difícil predecir si finalmente Macri o un candidato o candidata de su partido podrá triunfar y así brindar continuidad a las esperanzas de cambio que un poco más de la mitad de la sociedad argentina depositó en 2015. En cualquier caso, el actual contexto político es una oportunidad para implementar reformas que fortalezcan la transparencia, la división e independencia de poderes y el buen gobierno que tanto urgen para dar un respiro a la Argentina.

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