Son dos líderes populistas, en las antípodas ideológicas, unidos en un discurso que relativiza el impacto del coronavirus. Se trata de los presidentes Jair Bolsonaro (Brasil) y Andrés Manuel López Obrador (México). Sin embargo, más que el pueblo como podría creerse, la motivación en sus posturas podría ser la economía, según analistas consultados por DIARIO DE CUBA.
Entre líneas, López Obrador dejó entrever que el coronavirus implicará una crisis económica para su país. Esto lo señaló el pasado 22 de marzo, cuando aún en público no manifestaba preocupación por el impacto sanitario del coronavirus. Dos días después, sin decretar aún una cuarentena se agudizaron las medidas de protección.
Sin embargo, no ha anunciado la suspensión de sus movilizaciones por el país, en las cuales tiene contacto cara a cara con la población, especialmente la más pobre. Y será recordado por haber dicho públicamente que la respuesta de la población ante el coronavirus debía ser “besos y abrazos”.
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