Cada minuto tres venezolanos emigran del país
No en vano el Consejo Noruego para los Refugiados colocó a la crisis humanitaria de Venezuela entre las seis peores crisis olvidadas por la comunidad internacional.
No en vano el Consejo Noruego para los Refugiados colocó a la crisis humanitaria de Venezuela entre las seis peores crisis olvidadas por la comunidad internacional.
No es poca cosa la historia latinoamericana de golpes militares. La historiografía está repleta de condenas a los golpes de derecha y a las rebeliones de izquierda.
Bachelet y los derechos humanos fueron interrumpido por un periodista que llamaré vedette, Y no existe un mandato ético que diga lo contrario
Es posiblemente un error dar por sentado de que la visita a Venezuela de Michelle Bachelet cierra o concluye algo.
Es verdad que no hay intento de diálogo que sirva si la oposición mantiene una postura intransigente, pero el gobierno equivoca el camino al creer que la gente va a castigarla por bloquear sus iniciativas legislativas. Tendría mucho más sentido que el gobierno se dedicara a hacer política, en el sentido más descarnado del término, y saliera a buscar los votos que necesita para lograr que sus propuestas de ley logren ir avanzando en el Congreso.
Si bien Piñera ajustó el gabinete, el cambio no fue lo suficientemente amplio ni profundo como para limpiar el contaminado aire político que tiene a las iniciativas de gobierno entrampadas en el hostil Congreso controlado por la oposición.
Nunca está de más recordar que las encuestas, los sondeos de opinión pública, no son otra cosa que la fotografía de un momento.
La irrupción de Juan Guaidó como presidente interino y su rápido y masivo reconocimiento internacional, junto a la clara presión de Estados Unidos sobre el chavismo, parecían conducir al país hacia una transición inminente.
Hay buenas razones para pensar que Bachelet querrá volver. Su proyecto de nueva constitución está incompleto y su compromiso con la causa de izquierda la pueden inducir a sacrificar su tranquilidad para evitar que la derecha vuelva a ganar una contienda presidencial.
Hay buenas razones para pensar que Bachelet querrá volver. Su proyecto de nueva constitución está incompleto y su compromiso con la causa de izquierda la pueden inducir a sacrificar su tranquilidad para evitar que la derecha vuelva a ganar una contienda presidencial.