La entrevista en El Mercurio del domingo en la que el ex ministro del Interior rompió su silencio después de su salida del gobierno pudiera resumirse en que el ingreso del PC a la Concertación —y el cambio de nombre a Nueva Mayoría— son responsables de que este gobierno sea el más impopular y menos exitoso de todos los gobiernos de centro-izquierda desde el retorno de la democracia. Ya que Burgos cree que “el nivel de influencia programática que ha tenido [el PC] en este gobierno no le hace bien al país”, el ex titular de Interior deja claro que su aspiración es que “la Nueva Mayoría termina con este gobierno”. Lamentablemente para los deseos de Burgos, el hecho que tanto el PC como el PDC aparecen encaminados a apoyar la candidatura presidencial de Ricardo Lagos en noviembre de 2017 hace que el futuro de la coalición gobernante de centro-izquierda sea bastante más auspicioso de lo que quisiera el ex ministro de Bachelet. Como el PC y el PDC parecen convencidos de que deben alinearse detrás de Lagos, el futuro de una coalición amplia de centro-izquierda que empiece en el PDC y termine en el PC parece garantizado en tanto el ex Presidente Lagos no deponga sus aspiraciones presidenciales.
Como era de esperar, las declaraciones de Burgos provocaron reacciones desde el PC hasta su propio partido. Aunque varios líderes DC secundaron las palabras de Burgos, el comportamiento del PDC y la estructura de incentivos que enfrenta ese partido hacen pensar que las palabras de Burgos son más bien un berrinche de un militante que no logró aprovechar el puesto que llegó a tener para construir poder político personal o para su partido que un anticipo del futuro de la coalición de gobierno.
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