La crisis aumentó de forma notable a lo largo de este 2018, sin que se prevea una respuesta en el corto plazo, dada la reciente ratificación de un militar sin experiencia petrolera al frente de la industria petrolera venezolana. Tras su “reelección” del 20 de mayo pasado, en unas elecciones no reconocidas por la mayoría de países de América y de la Unión Europea, Nicolás Maduro entre sus primeras decisiones ratificó al general Manuel Quevedo como presidente de Petróleos de Venezuela.
Sin embargo, los expertos independientes y los reportes internacionales especializados permiten contrastar la arenga antinorteamericana de Maduro. Hace poco en el programa de radio que conduzco conversamos con Rafael Quiroz, un economista petrolero de dilatada trayectoria en el campo académico.
Explicó el profesor de la Universidad Central de Venezuela que la producción petrolera viene cayendo ininterrumpidamente desde 2011 y esta situación se ha agravado desde los últimos dos años y medio, con mayor fuerza en los últimos 10 meses.
A juicio de Quiroz, Pdvsa está al borde del colapso debido a tres factores: 1) no se tomaron las medidas adecuadas de inversión para la exploración y la producción petrolera; 2) se le asignó a Petróleos de Venezuela tareas que no le corresponden como la construcción de casas, importación y distribución de alimentos; y 3) se colocó en altos cargos para la conducción petrolera a personas que no tienen experiencia en el área y esto generó improvisación.
Dos datos concretos mencionó Quiroz, que evidencian a su juicio la crisis en Pdvsa. En primer término la dramática caída en la capacidad de refinación de crudo, estimada en 1,3 millones de barriles diarios, pero que en la práctica Venezuela en este momento solo puede refinar 34% de dicha capacidad.
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