Consciente de que su coalición no tiene una mejor alternativa, y sabiendo que el gobierno de Bachelet no tendrá capacidad de levantar un candidato alternativo, el ex Presidente Ricardo Lagos se siente como el candidato inevitable de la Nueva Mayoría. Aunque entiende que las nuevas generaciones pudieran sentirse incómodas de tener un abanderado que cumplirá 80 años en marzo de 2018, Lagos confía en que forzados a escoger entre él y la derecha, desaparecerán las resistencias internas en la izquierda y él será la carta de unidad en la NM.
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