El uso del mecanismo de las cadenas de radio y televisión en Venezuela está estrechamente vinculado a la situación política. En períodos de crisis, sean puntuales o prolongadas, aumenta el número de horas en las que el presidente emite un mensaje único de obligatoria transmisión por todo el sistema de radio y televisión del país.
Como ya hemos indicado en artículos anteriores, parece remota la época en que este tipo de transmisiones se usaban de forma esporádica y para anuncios realmente importantes, o en fechas patrias.
En los últimos años, en cambio, la cadena pasó a ser parte de la programación habitual, con el gran detalle de que al producirse una cadena presidencial la audiencia pierde control sobre lo que ve por la televisión o escucha por la radio, ya que se trata de mensajes obligatorios. La presidencia, cada vez que emite una cadena, le quita potestad al venezolano sobre su libertad de información y entretenimiento.
Al hacer un balance del año 2016 estos son algunos de los números globales. El año pasado el presidente Nicolás Maduro estuvo encadenado durante 178 horas y 58 minutos. Se trata de un aumento significativo si se le compara con las 146 horas y 39 minutos en las que estuvo al aire –con este tipo de mensajes obligatorios– en 2015.
Hace 2 años, el presidente en promedio habló 24 minutos diarios. Esta cifra se obtiene de dividir el número total de minutos de cadena y se divide entre los 365 días del año. El año pasado el promedio diario fue de 29 minutos.
En 2016 se regresó al promedio diario del muy conflictivo 2014, cuando fue de 28 minutos por día.
Junto con el ya excesivo uso de las cadenas nacionales de radio y televisión no debe obviarse el número de horas que el presidente Maduro está en la pantalla de los canales del Estado, teniendo como emisión matriz la señal de Venezolana de Televisión, VTV. Allí están las horas de su programa semanal, los actos en los que se opta por no hacer cadena, etc.
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