Mercosur desde hace años dista mucho de cumplir con su objetivo fundacional de ser una proyecto de integración económica que contribuya con el desarrollo de los países que lo integran. El ingreso de Venezuela –por la forma en qué se dio, en 2012– adelantaba que difícilmente habría vuelta atrás para que el bloque sudamericano retome algún día su cauce inicial.
En 2012, Paraguay era el único país del Mercosur cuyo parlamento no había aprobado el protocolo de adhesión de Venezuela como miembro pleno del bloque. Ese mismo año, el parlamento paraguayo le realizó un juicio político al entonces presidente Fernando Lugo. Se lo acusaba de responsabilidad política en un enfrentamiento ocurrido entre la policías y campesinos en el departamento de Canindeyú, que terminó con diecisiete muertos. Aquel juicio concluyó con la destitución del presidente Lugo cuando 115 congresistas de un total de 125 votaron a favor de la destitución.
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