Cuando la Presidenta Bachelet declaró que “nuestros adversarios no saben hacer reformas, pero sí saben desmantelarlas”, dejó entrever una visión autoritaria. Si bien Bachelet tiene todo el derecho a creer que la derecha hará malas reformas, arrogarse el monopolio de las reformas —sin un mea culpa sobre los errores cometidos en las reformas que ha impulsado— refleja una errada concepción de que ella es dueña de la verdad absoluta.
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