Peña no le dio mucho plomo al hampa, en verdad, ni tampoco mandó a la cárcel a mucha gente. El primer alcalde metropolitano de Caracas primero estuvo bajo el ala de Hugo Chávez y luego montó tienda aparte. Mientras estuvo con Chávez se le hacía materialmente imposible aplicar alguna medida de mano dura contra la delincuencia, porque en verdad el chavismo jugaba (y jugó durante muchos años) con la idea del laissez faire en materia de inseguridad ciudadana.
Se pensaba que una delincuencia fuerte era un mecanismo de control sobre la clase media y alta. Y posiblemente lo fue así. Pero la delincuencia en Venezuela también se organizó e independizó, pasando a ser una suerte de fuerza autónoma, ante los cuales los agentes policiales lucen en clara desventaja. La serie de atentados con explosivos militares contra estaciones de policía, en varios estados del país, evidencian que la delincuencia se le fue de las manos al gobierno.
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