Uno dice que no existe tal colaboración en materia de seguridad e inteligencia. El otro, casi de forma simultánea, dice exactamente lo contrario. El gobernante venezolano, Nicolás Maduro, y el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, dieron versiones encontradas sobre un tema álgido para la comunidad internacional: ¿cuál es el alcance de la presencia cubana en Venezuela en materia de seguridad e inteligencia?.
El tema cobró relevancia nuevamente en la Asamblea General de Naciones Unidas. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, usó tiempo de su intervención para advertir al resto de naciones sobre el peligro de la presencia cubana fuera de las fronteras de la Isla.
Bolsonaro aseveró que unos “60.000 cubanos” están en Venezuela y participan en actividades de “inteligencia y defensa” dentro del país sudamericano. Esto fue el 24 de septiembre.
Es una cifra alta. De hecho la más alta que se haya dicho hasta ahora. En julio pasado, el exjefe de los servicios de inteligencia de Maduro, el general Christopher Figuera, dijo desde el exilio en Estados Unidos que eran 15.000 los cubanos dentro de Venezuela y que el primer anillo de seguridad de Maduro lo componían agentes de la Isla.
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