Estamos en país en el cual escasean las cifras oficiales. La política de opacidad reina en la mayoría de dependencias oficiales, pese a que muy claramente la Constitución obliga a los funcionarios públicos a rendir cuentas sobre las áreas. Cuando un ente del Estado proporciona información casi que uno debería celebrarlo. Así de mal estamos.
Partiendo de este contexto país saludamos la emisión de las cifras oficiales de 2019 vinculadas al sector telecom por parte de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Este sector, dentro del cual encontramos la telefonía móvil, aspecto en el que nos detendremos en este texto, es central para comprender en el mundo actual la circulación de información o la prevalencia de la desinformación.
En líneas generales el mundo viene y seguirá avanzando, según las diferentes estadísticas, a unas dinámicas en las cuales hay más líneas de telefonía móvil que personas. En Venezuela, en otra época, también fue así. Esto está relacionado con prácticas sociales, personas que optan por tener dos aparatos, en otros casos se trata de necesidades laborales. Lo cierto del caso, es que la expansión telefónica no parece tener límites, al menos hasta ahora.
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