A pocos días de que entregue su segundo mensaje anual ante el Congreso Nacional y ante el país, el Presidente Sebastián Piñera está atravesando por el peor momento desde que asumió su segundo gobierno, hace 15 meses. Con una economía que no despega, un gabinete que no sabe cómo enfrentar su condición minoritaria en el Congreso y un Mandatario que repite los mismos errores de su primera administración -pero no tiene los mismos logros-, el retorno de la derecha al poder ha sido decepcionante. A menos que el Presidente Piñera acepte que va por camino equivocado y dé señales de que cambiará el rumbo, los próximos meses serán una aventura cuesta abajo para Chile Vamos y para el legado que aspira construir el gobernante.
Nunca es fácil gobernar cuando los vientos de la economía internacional soplan en contra. Cuando Piñera era candidato en 2017, las expectativas de su equipo económico eran que la situación internacional sería favorable y que las reformas de pensiones y tributaria que impulsaría el gobierno darían un poderoso empujón a las expectativas y ayudarían a que el país retomara el sendero del crecimiento y del desarrollo sustentable. Pero los vientos internacionales están revueltos y las reformas emblemáticas que quería impulsar el gobierno avanzan a paso de tortuga. Peor aún, si llegan a puerto, deberán incluir más concesiones que las que hasta ahora el gobierno ha ofrecido. El control mayoritario que ejerce la oposición en el Congreso y las insuficientes habilidades negociadoras de los equipos políticos de La Moneda explican el discreto desempeño de la agenda legislativa del gobierno de Chile Vamos.
Para leer mas, visite El Líbero.