El chavismo convierte en victoria a su mayor fracaso por Andrés Cañizalez
Destruir una empresa petrolera tiene su mérito y este es aún mayor cuando el desmantelamiento ocurre en una era en la que los precios petroleros estuvieron altos. Hoy, con unas cotizaciones por el piso, Venezuela ha dejado de producir crudo. Es un cambio de época.
El chavismo presenta como una victoria que ahora llegue gasolina iraní, tras 10 semanas sin expendio de combustible al público en gran parte de este país, otrora potencia petrolera. Las estaciones desoladas por largas semanas han simbolizado la destrucción de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa).
Esta destrucción de la industria petrolera, que a fines del siglo pasado estaba entre las principales del mundo, es -sin duda- el mayor fracaso del chavismo. Sin embargo, como es habitual, se responde endosándole la responsabilidad a otros y envolviendo todo en la acostumbrada “narrativa revolucionaria”.
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