Ya que la Nueva Mayoría tiene un déficit de buenas reformas, la elección directa de intendentes constituye una inmejorable oportunidad para demostrar que se pueden hacer las cosas bien. Si bien hay buenas razones para querer que las elecciones de intendentes se realicen junto a las municipales, es esencial que el sistema se implemente en 2017, aun si el primer periodo sólo dura 3 años y a partir de 2020 la elección de intendentes se empata con la de alcaldes y concejales.
Las democracias modernas no tienen temor de devolver poder a la gente. No obstante, la forma en que se devuelve ese poder diferencia a las democracias exitosas de las que debilitan a sus instituciones con reformas mal hechas. Como la democracia moderna es esencialmente representativa, para devolver el poder a la gente debiéramos avanzar en establecer la elección directa de autoridades que ejercen facultades ejecutivas y legislativas. Si bien es inconducente al fortalecimiento de la democracia la elección de jueces, miembros del Tribunal Constitucional o consejeros del Banco Central, tiene todo el sentido del mundo escoger directamente a las autoridades regionales.
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