Las tareas pendientes de la educación

¿Cómo mejorar la educación? ¿Por dónde empezar? ¿La pandemia representa un momento bisagra? ¿Existe la posibilidad de redefinir una nueva escuela? En mayo de 2020, mientras comenzaban los primeros pasos de una dura cuarentena en la región, decidí poner estas esas preguntas sobre la mesa.

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Foto: Tareas Pendientes / Agustín Porres

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¿Cómo mejorar la educación? ¿Por dónde empezar? ¿La pandemia representa un momento bisagra? ¿Existe la posibilidad de redefinir una nueva escuela?

En mayo de 2020, mientras comenzaban los primeros pasos de una dura cuarentena en la región, decidí poner estas esas preguntas sobre la mesa.

Pero ¿quién podría responderlas? En esa búsqueda empecé a conversar vía Zoom con exministros de Educación de todo el mundo. Pero no quería escuchar solamente sus aciertos. Más bien deseaba conocer las batallas que no habían logrado ganar, las reformas que habían quedado pendientes, las decisiones que no volverían a tomar.

Por otro lado, buscaba espigar qué oportunidades concretas se estaban presentando en un escenario postpandemia. El resultado: una conversación franca con grandes referentes mundiales de la educación.

Aquellas charlas fueron compiladas y publicadas por Editorial Paidós en un libro que tiene una versión en inglés y otra en español. Su nombre es Tareas Pendientes. Está prologado por Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, y cuenta con las voces de 31 grandes líderes de la educación mundial, entre los que se encuentran Arne Duncan, de los Estados Unidos; Julio María Sanguinetti, de Uruguay; Ju Ho Lee, de Corea del Sur; Stefania Giannini, de Italia; Daniel Filmus y Esteban Bullrich, de la Argentina; George Papandreou, de Grecia; y Julia Gillard de Australia.

Cuando me embarqué en esta aventura pensaba que la experiencia de aquellos líderes que regresaban de la función pública no era lo suficientemente valorada:

¿Qué pasaría—me preguntaba—si tuviésemos que volver a desarrollar la vacuna contra la viruela por no tener suficientes registros de los logros anteriores? ¿Cuántos recursos, cuánta energía, cuánto tiempo podríamos ahorrarnos con solo tener un panorama de los grandes aprendizajes y errores de la humanidad?

Creo que la inteligencia colectiva reside en establecer vínculos que no estaban advertidos. Por esa razón, no sólo se trataba de indagar en la experiencia sino aportar nuevas preguntas: cuáles fueron los principales impedimentos para lograr los cambios, cómo podrían lograrse hoy, existe una voluntad política real para apostar por la educación, qué reformas ha permitido esta pandemia y qué pasará después.

Tareas Pendientes es un libro de preguntas en un tiempo de cuestionamientos. Es una invitación a indagar por qué estamos haciendo lo que hacemos y cómo podemos hacerlo mejor. En ese mar de preguntas, la lectura va sugiriendo algunos aprendizajes que dejan un rumbo claro de aciertos y errores. Los más recurrentes fueron los siguientes:

1. ¿Mejora el aprendizaje de los estudiantes?

Esa es la pregunta fundamental que debe preceder a cada decisión en política educativa. Si esa pregunta está constantemente presente será difícil perder el foco, aunque existan presiones de padres, funcionarios, sindicatos, partidos políticos, medios de comunicación u otros grupos.  

2. La batalla cultural

Cualquier sociedad que busque un cambio sustancial debe hacer de la educación su prioridad, colocándola como el gran valor de progreso. Si se logra que la educación sea una demanda pública, las decisiones políticas no podrán eludir los asuntos críticos. Sin embargo, para que la educación esté en boca de todos, es necesario dar una batalla cultural y crear incentivos para que la ciudadanía demande y apoye los cambios a pesar de su complejidad.

3. El gobierno y la educación

¿Cómo se hace para que las reformas sucedan y se sostengan en el tiempo, para que se cumpla aquello de no quedar supeditado a los cambios de gobierno ni a la coyuntura política? En el idioma inglés existe una distinción entre “politics” y “policy.” En español, sin embargo, ambas se traducen como “política”.  Sin querer—o queriendo—se juntan la política en sentido partidario con la política pública, en cuanto a gestión de lo colectivo.

4. Autonomía

El grado de descentralización en los sistemas educativos varía en todo el mundo. Esta variación ha dado lugar al desarrollo de diferentes métodos de liderazgo. Existen modelos que funcionan respondiendo a una autoridad central, estadual y otros a una municipal.

En las entrevistas de este libro existen voces que señalan posibles caminos hacia un sistema educativo con una autonomía efectiva que pueda revertir los modelos de vigilancia y transitar otros basados en la confianza y la rendición de cuentas. Esos rumbos permitirían acordar objetivos de aprendizaje y, a la vez, que la escuela pueda decidir de qué manera alcanzarlos.

La pandemia no es solo una crisis sanitaria, es una crisis de sentido, de identidad, de certezas. La crisis es también una oportunidad. La palabra “crisis” viene del griego y refiere a distinción, elección, discernimiento, decisión, juicio.

La crisis es el momento en que la rutina ha dejado de servirnos como guía y necesitamos optar por un camino y renunciar a otro. El tiempo de la crisis es el de la decisión, la inteligencia y la valentía. Y ese parece ser el desafío de la pandemia.

Agustín Porres es Director Regional para Latinoamérica de la Fundación Varkey.

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