Para muchos venezolanos los héroes de la jornada histórica del 6 de diciembre son los dirigentes políticos. Algún medio de Miami ha pretendido darle relevancia al papel militar ese día, cuando en verdad los uniformados se limitaron a cumplir el papel que les correspondía, según el espíritu de la Constitucional Nacional. El Consejo Nacional Electoral ratificó que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sumó en todo el país 7,7 millones de votos, mientras que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados un total de 5,5 millones. Gracias al sistema electoral implantado por el propio PSUV en 2010 (un sistema que favorece al que obtiene la primera minoría), la MUD se quedó con 112 diputados (2/3 partes) y el chavismo con 55 legisladores.
Más que héroes militares yo, en cambio, cuando pienso en una votación como la que alcanzó la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ubicó a mis héroes en aquellos venezolanos que estando en las condiciones más difíciles votaron por el cambio. Son héroes civiles, pues se trató de una extraordinaria hazaña cívica (el poder de los votos en condiciones adversas). Son héroes anónimos, venezolanos pobres que cifran sus esperanzas en un futuro mejor y la promesa del chavismo ya no surte efecto en ellos.
Mis héroes del 6 de diciembre son los 43 venezolanos que votaron a favor de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en el recién creado centro de votación “Por aquí pasó Chávez”, en la zona de Chirgua, en las afueras de Barquisimeto. Quien me lea debe repasar el período previo al período de votación. La proporción de propaganda a favor de los candidatos oficiales en los medios gubernamentales de comunicación fue absoluta, mientras que en los medios privados—principalmente la televisión nacional—la proporción fue de 3 a 1 a favor de los aspirantes a diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados. El Consejo Nacional Electoral obvió esta avalancha propagandística y además descartó poner mensajes propios, institucionales, recalcando el carácter secreto del voto.
En las últimas dos semanas, cuando las encuestas evidenciaron que era irreversible la derrota del chavismo, se activó una campaña de miedo. Justamente las llamadas base de misiones, como es el caso del centro de votación “Por aquí pasó Chávez” que funciona en una de estas instalaciones, operaron como lugares para el control social y para persuadir cara a cara de que si triunfaba la MUD el 6 de diciembre se perderían las misiones sociales a favor de los más pobres. Todo esto fue lo previo. Aún así estos 43 venezolanos se despertaron convencidos de que Venezuela necesitaba un cambio y acudieron a votar. Se saben minoría en esa comunidad pero mantienen su disposición a darle un voto de confianza a la tarjeta de la manito.
El centro “Por aquí pasó Chávez” funciona en una base de misiones. Se trata de un espacio comunal que tiene tres ambientes: en uno funciona un Mercal, en otro un ambulatorio de Barrio Adentro y el tercer espacio se adecuó para hospedar a los médicos cubanos. En las instalaciones de esta base de misiones (creada junto a otras tantas con fines netamente electorales) se le hace honor al nombre del centro de votación y los “ojitos” del fallecido presidente Hugo Chávez son sencillamente omnipresentes.
Los 375 votantes inscritos en este centro habitan una comunidad en la que todavía no ha llegado el asfalto. Coexisten casas productos de invasiones, con viviendas hechas por el gobierno para sustituir los ranchos. Los servicios básicos o no están presentes o lo están a medias. El día de la votación unos 30 militantes del PSUV se activan en las afueras del centro lista en mano para chequear a los votantes (antes y después del acto de sufragar), pero 53 sencillamente se abstienen, o bien se han escondido en sus humildes viviendas o ese día salieron del barrio. Mis 43 héroes vencen el miedo y la coerción y acuden a votar. Un par de testigos de la MUD (uno de ellos mi informante) aguantan la presión y permanecen hasta que se cierra el acto y se transmiten las actas a Caracas. No hubo violencia física en ese centro, pero sí mucha presión psicológica y control sobre los votantes.
Sólo constituyen el 13,87 por ciento de los votos de un centro de votación llamado “Por aquí pasó Chávez”, pero el hecho de haber vencido el miedo y apostar al cambio, en medio de condiciones muy adversas, los hace mis héroes. Este centro está ubicado en la parroquia Santa Rosa (del estado Lara), en la cual finalmente la MUD venció con el 70 por ciento de los votos. Para ellos, para esa esperanza popular que ha nacido este 6 de diciembre, debe legislar la nueva Asamblea Nacional.
Andrés Cañizález es un professor e investigador en la Universidad Catolica Andres Bello en Caracas. Puede seguirlo en Twitter: @infocracia.