Aunque algunos pensaron que las aguas se aquietarían después del anuncio de la Presidenta Bachelet sobre su propuesta de modificaciones al sistema de AFP, la señal de debilidad que entregaron las propias AFP —que reconocieron la necesidad de reformas— y la rapidez con la que la clase política comenzó a lanzar propuestas para mejorar las pensiones ha atizado el fuego. Porque en democracia también se tropieza de nuevo con la misma piedra, no debiéramos sorprendernos de ver candidatos que se hagan eco de la demanda de mejores pensiones a costo cero para los cotizantes.
El movimiento No+AFP amenaza con dominar la agenda electoral en 2017. En un contexto en que la clase política mantiene un alto desprestigio y ningún candidato se empina por sobre el 15% de intención de voto, el movimiento contra las AFP ofrece una nueva oportunidad para copiar el estilo que llevó a Bachelet a la victoria: promesas ambiciosas sin entrar a detallar cómo se cumplirán.
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