Equivocadamente, algunos en la izquierda creen haber encontrado en los derechos humanos un punto de encuentro para el sector. Pero tener unidad respecto del pasado no es lo mismo que construir una plataforma común hacia el futuro. Si bien la nostalgia de la transición, cuando la centroizquierda era electoralmente imbatible, lleva a muchos de sus líderes a querer levantar las banderas de los derechos humanos, vale la pena recordar que el éxito de la Concertación se debió más a su buen manejo económico que a su tímida y a menudo demasiado cauta búsqueda de verdad y justicia por las violaciones a los derechos humanos cometidas en dictadura.
Desde la aplastante derrota de la segunda vuelta en diciembre de 2017, la izquierda vive un estado de crisis. Sabiendo que el electorado la abandonó, no encuentra un discurso con el que pueda volver a posicionarse como una alternativa electoralmente atractiva. Las distintas posiciones en el sector han llevado a una división profunda entre los que creen que para ganar hay que radicalizar las posturas, y los que piensan que la única forma de volver al poder es moderando el discurso.
Hoy hay tres coaliciones de oposición centroizquierdista distintas: el Frente Amplio, la Nueva Mayoría PC-PS-PPD y el PDC—con el PR y otros grupos menores esperando a ver cuál de esas micros puede llegar más lejos. Las tres discrepan sobre las razones de la derrota de 2017, sobre lo positivo y negativo del legado de la Concertación y sobre el camino a seguir para volver al poder. Hasta ahora, el único punto de unidad había sido la disposición a oponerse al gobierno de Sebastián Piñera. Pero esa estrategia es cortoplacista y limitada. Todos saben que el obstruccionismo no es suficiente para ganar una elección. Puede servir para bloquear al gobierno y para evitar que Piñera avance su agenda legislativa. Después de todo, la izquierda tiene mayoría en ambas cámaras del Congreso. Pero nadie gana una elección simplemente denostando al gobierno que está en el poder. Hay que tener propuestas que sean más atractivas que las que ofrece el oficialismo.
Para leer más, visite El Libero.