Venezuela, banca y Fintech: desafíos y oportunidades

Es necesaria la adecuación de los actores para garantizar la privacidad, la transparencia, el compromiso competitivo y la garantía de acceso a los servicios financieros de la población venezolana dentro y fuera del país.

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Foto: Caracas, Venezuela, de noche. Fuente: Alejandro Ascanio.

La era digital rompió los esquemas de la organización tradicional del sistema financiero. La tecnología desarrollada en el modelo de digitalización de las finanzas (Fintech), engloba operaciones dentro de la industria, como también en la sub-industria financiera. Esta facilita la realización de pagos electrónicos multicanal, agiliza las transacciones interbancarias y mejora el acceso a préstamos personalizados. Como resultado los usuarios pueden controlar de forma más eficiente sus finanzas, evaluar el riesgo crediticio y valorar las plataformas de cotización de seguros.

Otra ventaja a destacar es la conformación de una nueva forma de economía de escala. Ahora la dinámica en la gestión financiera personal e institucional reduce los costos transaccionales y aumenta la rentabilidad de los recursos físicos. La digitalización del sector financiero permite identificar patrones de pago y consumo, detectar posibles fraudes en las transacciones financieras, predecir la conducta de los clientes, estimar los precios de las mercancías y establecer modelos de riesgos crediticios. La industria del Fintech concentra sus potencialidades en la comunicación instantánea, identificación y validación tanto de equipos como de personas, el intercambio de datos, la sincronización instantánea de dispositivos, la automatización de acciones y la descentralización de transferencias.

En Venezuela, la nueva realidad digital y los desequilibrios monetarios implicaron ajustes que llevaron tanto a la banca como a los reguladores de la industria hacia el desarrollo de la Fintech. En 2021, debido al desplome del valor del Bolívar Soberano y el establecimiento del paralelismo institucional, el gobierno nacional decidió establecer una “nueva estructura monetaria”—la tercera en lo que va del siglo. Esta última tuvo como objetivo normalizar la equivalencia del intercambio Bolívar-Dólar y Bolívar-Peso colombiano. A pesar de haber alcanzado el objetivo, lo destacable fue, que dicho objetivo se logró mediante la circulación de monedas en efectivo no emitidas por el Banco Central de Venezuela. Hecho que obligó a los particulares y bancos privados que no poseían divisas en efectivo, a enfocarse en el uso de las aplicaciones móviles como Zelle, Reserve, Paypal Venezuela, Venmo y Movii. Estas comenzaron a ser usadas como instrumentos de pago en la nueva realidad monetaria del país. Ahora el pago móvil para las transferencias nacionales e internacionales pueden anclarse al dólar y los flujos de fondos en bolívares se hicieron estables en las aplicaciones de Fintech permitiendo anclar las transacciones al tipo de cambio nominal conveniente para los usuarios dentro y fuera del país que no tienen divisas en efectivo.

Como consecuencia, se popularizó la Banca Abierta (Open Banking en inglés)—modelo de negocio capaz de sistematizar e intercambiar datos en el ecosistema financiero. También se comenzaron a utilizar aplicaciones financieras, lo que facilitó la digitalización de las operaciones que tradicionalmente realizan los bancos, las aseguradoras, entre otros actores que prestan servicios directamente al usuario final.

De los bancos en el país, existen dos bancos privados—Banco Plaza C.A. y Banco Universal de Venezuela—que se destacan como los principales exponentes de la industria del Fintech en Venezuela. Ambos se apoyan en la Asociación Venezolana de Fintech y Nuevas Tecnologías (Fintech Venezuela), para el desarrollo de esquemas de colaboración e integración de distintos actores en el ecosistema. Estos están provistos de la plataforma tecnológica de Ab4cus Tecnología, que les permite estar conectados los servicios del banco y generar el primer sistema de pagos Inter Fintech de América Latina.

A nivel regulatorio, la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (SUDEBAN) es la entidad encargada de controlar todos los servicios prestados por las nuevas tecnologías financieras en el país. Las soluciones de pago, los instrumentos financieros de las Instituciones de Tecnología Financiera del Sector Bancario (ITFB) y la banca tradicional, son los principales servicios financieros regularizados en Venezuela. 

Es importante mencionar que la regularización de las ITFB en Venezuela ha implicado muchos desafíos para el sector. En consecuencia para la banca, los inversionistas y desarrolladores nacionales e internacionales se identifican como tareas pendientes: 1) la necesidad de reconocer a los actores claves, 2) aumentar la disponibilidad de activos informáticos para la creación de nuevos productos, 3) incrementar los estándares de Open Banking para evitar la concentración en el sector, 4) aumentar el flujo de información para ser usada en otros sistemas y transacciones de nuevos servicios en el ecosistema, 5) construir un mapa de impacto (Impact Mapping en inglés) de la Fintech en el país y sus relaciones con los bancos de variada participación en el mercado y sector financiero a nivel internacional, 6) perfeccionar la arquitectura digital basada en la nube, móviles, web y mecanismos desarrollados en machine learning, 7) identificar los ciclos de vida de la Fintech bajo criterios de aceptación de regulaciones y preferencias de los usuarios, 8) desarrollar la estructura de blockchain para el Bolívar Digital y 9) expandir el uso de los botones de pagos Bitcoin y Dash ya usados en el aeropuerto internacional de Maiquetía y 10) desarrollar el botón de pago Petro.

Reconocidos los desafíos, las oportunidades se enmarcan hacia la solución de los principales riesgos del crecimiento de Fintech. Es necesaria la adecuación de los actores para garantizar la privacidad, la transparencia, el compromiso competitivo y la garantía de acceso a los servicios financieros de la población venezolana dentro y fuera del país. La meta es lograr un desarrollo ordenado y estable con amplias facilidades para la entrada de nuevos productos, que permitan redefinir el papel del banco central y las acciones de política monetaria para alcanzar la estabilidad y permanencia del sector financiero a través de Fintech.

Sadcidi Zerpa de Hurtado es economista y magister en economía (ULA, Venezuela). Candidata a doctora en relaciones internacionales (UCC, Argentina) y en ciencias organizacionales (ULA, Venezuela). Profesora invitada en ciencias económicas y sociales en diversas universidades de América Latina. Investigadora reconocida en LASA, ALADAA Internacional, RedALC y Venezolanas Investigan. Sígala en Twitter: @zerpasad.

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