Adelantar el cambio de mando
En febrero, el gobierno saliente ya no tiene energía, ganas ni legitimidad para hacer nada. En cambio, la administración entrante podría aprovechar el mes de descanso para instalarse y armar los equipos de tal forma de estar trabajando a toda máquina cuando la gente vuelva de sus vacaciones a comienzos de marzo. Es razonable mover el traspaso del poder para el último día de enero.