El fantasma de Venezuela

La actitud excesivamente comprometida que tuvo el Presidente Piñera con el esfuerzo por derrocar a Maduro tiene algo que ver con el flujo migratorio de venezolanos hacia Chile. Ahora el Presidente parece moralmente obligado a abrir la puerta a los refugiados que huyen de ese país.

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El gobierno del Presidente Sebastián Piñera ha hecho lo correcto al decidir adoptar una política más restrictiva con el ingreso de los venezolanos. Después de todo, ningún gobierno puede hacerse cargo de las crisis humanitarias en otros países sin tomar en cuenta el costo que esas medidas tendrán para la población de su propio país. Pero como él mismo -de manera irresponsable y oportunista- optó a comienzos de 2019 por involucrarse en el esfuerzo por lograr un cambio de régimen en Venezuela, La Moneda ahora debe pagar los costos políticos de la contradicción que implica decir una cosa y luego hacer lo opuesto.

Aunque la oposición se ha apurado en criticar la decisión de poner orden en la forma en que entran los migrantes a Chile, el gobierno de Chile Vamos ha hecho lo correcto al modificar la política de puertas desordenadamente abiertas que impulsó la administración anterior de la Presidenta Michelle Bachelet. Poco después de asumir el poder, el gobierno del Presidente Piñera terminó con el ingreso diario de cientos de inmigrantes que aprovechaban los vacíos legales que permitían entrar como turistas a personas que tenían la intención de quedarse a residir permanentemente el país. La decisión de establecer requisitos de visa para los ciudadanos de Haití y Venezuela que quisieran migrar a Chile fue una medida muy criticada, pero también muy responsable por parte del gobierno actual.

La única forma en que Chile puede seguir siendo el asilo contra la opresión que viven personas en países que atraviesan por crisis económicas o políticas es manteniendo un procedimiento ordenado y sustentable. Aunque la decisión del gobierno de poner un control al ingreso de inmigrantes fue criticada mentirosamente como racista —porque se aplicaba a ciudadanos de Haití, el país que había presentado el crecimiento más rápido de migración hacia Chile—, la decisión más reciente del gobierno de Piñera de poner mayor control al ingreso de ciudadanos de Venezuela demostró que el gobierno está cumpliendo adecuadamente su tarea de proteger las fronteras del país.

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