Limitar la reelección de autoridades, una pésima reforma

Limitar la reelección de autoridades no sólo no resuelve los problemas actuales de la democracia chilena. sino que añade otros que no existían.

Author

Oyendo una demanda tremendamente popular, el Congreso votó a favor de limitar los periodos en los cargos de elección popular. Un senador podrá presentarse solo una vez a la reelección, lo que limita su permanencia en la Cámara Alta a 16 años. Los diputados podrán presentarse dos veces a la reelección, para completar un máximo de 12 años. Por un error en la redacción de la ley, los límites a la reelección aplican también a los alcaldes y concejales en ejercicio. Los alcaldes y concejales que ya han ocupado sus cargos por 12 años no podrán buscar la reelección.

Aunque existe la posibilidad de que el gobierno emita un veto sustitutivo en el proyecto de ley que ya fue aprobado por ambas cámaras para permitir una última reelección a los alcaldes en la contienda a realizarse en abril de 2021, no hay certeza de que ese veto tenga votos suficientes en el Congreso. Después de todo, los chilenos mayoritariamente aprueban la idea de que los políticos no se eternicen en el poder.

Lamentablemente, cuando se piensa más fríamente sobre los límites a los periodos, no parece tan obvio que esta sea una buena idea. Si un legislador está en su último periodo y no puede buscar la reelección, ese legislador tiene pocos incentivos para preocuparse del bienestar de sus electores. Es más, parece lógico que el legislador se preocupe más de su propio futuro laboral. Por ello, es alta la posibilidad de que legisle pensando en sus futuros empleadores y no en los electores que los votaron. En su último periodo, los legisladores tendrán pocos incentivos para preocuparse de sus distritos o para hacer bien una pega a la que ya no podrán volver a aspirar.

Para leer más, visite El Líbero

More Commentary

Scroll to Top